top of page

Inefables de lo cotidiano

Inefables de lo cotidiano A través de una capacidad mínima de reflexión es posible escudriñar de manera zahorí, para descubrir respuestas generadas por una necesidad fundamental del ser humano sobre el sentido, sobre el autoconocimiento de diferentes formas sobre las realidades únicas de cada persona en términos de vida destino. Desde un proceso común, muy intimo y por lo general inconsciente, que es aproximarse al origen fundamental, en la cotidianidad participamos en alguna medida buscando respuestas, tratando de participar de la mejor forma posible, desde lo baladí muchas veces se mantiene la perspectiva de eternidad…se hace lo que se puede y asoma lo que está al alcance. Y lo que esta al alcance es de baja altura, no alcanza a cubrir necesidades ni a satisfacer. Nos movemos a través de saltitos cortos y cansadores. Dentro de este que hacer de baja altura, hay tendencias que parecieran ser de mayor altura. Hay formas de negación, nihilistas, hay tendencias rebeldes, las hay también adormecedoras, es bastante común como disconformidad, la critica silenciosa, la monotonía conformista, la evasión en complicidad con la victimización, las adulaciones sociales en tiempos convenientes, etc. Tal vez formas necesarias para provocar, desde la saturación, finalmente saltar a perspectivas mayores y explorar alturas de contenido fundamental, de real plataforma para la realización. Tan ilusoria y distorsionada en aquellas alturas menores. Es interesante emprender esta experiencia valorando todo lo que tenemos a favor y que nos ha entregado como herramienta con alguna intensión una fuente creadora tan poderosa y perfecta de lo que somos, creación. Comenzando por un primer recurso del que somos beneficiarios que es el entendimiento sensible, racional y consciente sobre nuestras capacidades más inmediatas. Si podemos ver y reconocemos que nos quedamos en la etapa de mirar solamente, es posible que desde aquí comiencen nuestras limitaciones. Si destacamos la capacidad de oír y no nos detenemos en los sonidos más sutiles que vienen desde el silencio. Si podemos oler y el olfato no nos lleva más allá de los buenos negocios, nos estamos limitando hacia perspectivas que nos corresponden (hasta los animales han mantenido estas capacidades y las usan para percepciones de alto nivel. La capacidad de gusto que nos podría llevar al sabor de las estrellas, como apoyo hacia el origen. La capacidad de movernos, venciendo la tendencia autómata, condicionada y abriéndose hacia lo que cada movimiento aporta en armonía con la acción del universo desde una sagrada danza. La capacidad de caminar poniendo más interés en cada etapa del camino y en su contenido que en el aparente objetivo. Si destacamos la capacidad de darnos cuenta que se alimenta de cada expresión del ser humano, podemos entender la verdadera intensión de esta perfección que cuenta con todos estos recursos para realizarse desde una proactividad existencial como experiencia intrínseca en esta certeza de ser parte importante de un todo universal. Pensar, sentir, crear, soñar, intuir, amar y tantas más que son parte de nuestra naturaleza y que esperan poder ser alimentados y desarrollados como aporte hacia el proyecto evolutivo, de conexión con el origen, la finalidad más escondida e inexhaustible del ser humano.

Christian Nuñez


bottom of page